OPINIÓN: Radiografías sociopolítica de la sociedad Dominicana

lunes, abril 6

Reflexiones de Semana Santa. Veremos los actores del presente y las causas generadoras de las consecuencias de la problemática del presente y una visión de futuro posible. La sociedad dominicana; es una sociedad que económicamente está mayoritariamente sustentada en los siguientes sectores; Turismo, Zonas Francas, Construcciones, Comercio y sector agrícola. El segmento de la población dependiente del sector turístico y del sector zona franca; básicamente vive aislado en sus paraísos comerciales y al margen de la problemática sociopolítica. Aunque como todos, sufren las consecuencias de los desatinos de la clase política. El Sector Construcción; mayoritariamente su mano de obra es extranjera; está saturada de nacionales haitianos. Y sus propietarios son determinante en las coordenadas del poder. El sector comercio; tradicionalmente sus propietarios son de clase acomodada su bandera política es su dinero; sus empleados de individuos masculino de origen rural que trabajan básicamente a comisión o partición de beneficios, autoexcluido de la participación política. El sector agrícola, está constituida básicamente por; jornaleros urbanos y rurales y pequeños propietarios rurales (clase ampliada por la Reforma Agraria) cuya simpatía política, está determinada por quien los beneficies mínimamente. Y de otra parte, por la tradición política heredada de sus padres. Pero sin visión ni proyecto político de clase. Por otro lado; está una clase asalariada urbana, que debemos dividir en dos; la pública y la privada. La pública; imagínese una sociedad donde el estado es el gran empleador. Y donde los partidos políticos –especialmente el PLD- ha puesto en nomina su estructura política nacional. La privada; está en su mayoría es indiferente al debate y problemática política, se escuda en el dicho: “Yo no vivo de la política ni dependo de los partidos”. Y por desgracia, la clase intelectual, en una sociedad que prácticamente no lee, son los periodistas. Los cuales; la mayor parte estan asalariados del poder, convirtiéndose en meras bocinas del poder dominante, con brillantes excepciones, las cuales -sus miembros más destacado- que por su credibilidad habrían podido constituir un frente político capaz de desafiar la partidocracia establecida; y han permitido que, grupos interesados- por su posición ante el tema haitiano- hayan puesto en tela de juicio su credibilidad, ante una gran parte de la ciudadanía de la base social Usted se preguntara entonces; ¿Quiénes son los que militan en los partidos y que buscan? Excelente pregunta; podríamos decir que; los empleados públicos, y esa clase jornalera urbana desempleada, que vive del día a día; y para los cuales la participación política es una fuente de ingreso estacional. Y ahí está la desgracia nacional. Que la participación política, la vía para la construcción del futuro de la sociedad, no está determinada por compartir una visión de futuro o una ideología, sino por la búsqueda de ingresos. Como medio para cubrir sus necesidades inmediatas. En los de abajo, y por inversionistas arriba. Claro, con honrosa y casi invisibles excepciones. Para colmo, los sectores dominantes económicamente; Turismo, Zonas Francas y Comunicación; son de inversión extranjera, de manera que su poder de influencia no está enfocado en la transformación de la sociedad, sino en la defensa de sus intereses. Y la denominada clase oligárquica nacional, en su alianza con la clase política; solo se moviliza cuando le tocan sus intereses o por alguna razón se pretende reducir sus beneficios; ya sea con incremento de salarios o nuevos impuestos. Y como estan bien, no les interesan los cambios; son conservadoras. ¿Y políticamente, cual es la clase dominante? Los contratistas de obras públicas. Cuya razón de existir y participar en la actividad política, es conseguir que la mayor parte posible del Presupuesto Nacional sea destinada a la construcción de megaproyectos. Para enriquecerse o acrecentar sus fortunas. Véase que los tesoreros del partido ganador; su cargo a reservar es Ministro de Obras Publicas. El hecho de que los principales sectores económicos son de inversión extranjera y sus beneficios son repatriados (Turismo, Zonas Francas y comunicaciones) y en construcción la mayor parte de los empleados son haitianos, y los salarios en general no alcanzan el 30% del costo de la canasta familiar. Esa es la causa de que no hay circulante, de que “No hay un peso en la calle” como se dice. ¿Y los militares y policías? Son las victimas activa del sistema establecido. Porque son la principal pata que sustenta el sistema, y podríamos decir, que de gratis. ¿Pero como aceptan esto? Usted se preguntará. Yo les digo: Por la "hegemonía" cultural las clases dominantes. Por la influencia que estas logran ejercer sobre las clases sometidas, a través del control del sistema educativo, de las instituciones religiosas y de los medios de comunicación. A través de estos medios, las clases dominantes "educan" a los dominados para que estos vivan su sometimiento y soporten o acepten con indiferencia la supremacía y los privilegios de los grupos privilegiados como algo natural y conveniente, inhibiendo así su potencial transformador o de impulsar los cambios necesarios para que todos puedan vivir de forma aceptable, no solo unos pocos. . Por ejemplo, el lema de las Fuerzas Armadas es; “Todo por la patria” Cuando debería ser; “Todo por el pueblo” Porque la patria es el País o lugar en el que se ha nacido o al que se pertenece por vínculos históricos o jurídicos. Pero ese país nació mal, porque desde el principio un grupo lo acaparó todo, dejando a la mayoría sin nada, de manera que solo era para todo el himno y la bandera. De ahí la necesidad de transformaciones que requiere el sistema. Para que todos civiles y militares puedan vivir y tener ingreso aceptable. Pasando de una sistema representativo a uno participativo y descentralizado. Y por donde hay que comenzar es por la justicia; por eso planteamos la creación del sistema de jurados, como en Estados Unidos, para evitar los privilegios y la impunidad que empobrece a todos. Quitándoles a los jueces el poder de emitir sentencias y de que puedan negociarlas, pasándolo al pueblo vía los jurados. Y así, enfocarnos todos en construir una sociedad de oportunidades, sin corrupción ni impunidad. Impulsando los sectores productivos existentes, la creación de nuevos y elevando las exportaciones. Para convertir nuestro país; en la sociedad más poderosa y prospera de la región; y hacer realidad una Quisqueya potencia. Con Hipólito Mejía los sectores productores rurales y agroindustriales se unificaron en base a una visión desarrollista con la agropecuaria como punta de lanza. Leonel se convirtió en el instrumento de la clase dominante (los contratistas de obras públicas) y las multinacionales; defraudando la sociedad por la corrupción, el dispendio, la impunidad y el entreguismo. Danilo ha inyectado cierta dosis de decencia y ha impulsado iniciativas sociales que por su trascendencia; ha rescatado la casi perdida fe en la clase política. El autor es Escritor y presidente del Partido Quisqueya potencia –PQP-. Milton.olivo@gmail.com

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