El Día Nacional de la Juventud se acaba de conmemorar para este segmento de la población con el panorama de unas estadísticas de penumbras y al mismo tiempo de acciones de esperanzas.
Según datos de la Oficina Nacional de Estadísticas, ONE, el 26% de la juventud ni trabaja ni estudia mientras el 22% de las adolescentes entre 15 y 19 años ha estado embarazada por lo menos una vez.
El cuadro es sombrío porque otro elevado porcentaje de la juventud está involucrado en actos delictivos, mayoritariamente hijos de hogares destruidos, agregándose el dato de que muchos son los que siendo niños y adolescentes se inician en la ingesta de alcohol y drogas prohibidas.
Todo eso es signo y resultado de exclusión y pobreza, lo cual es deplorable.
Por otra parte, hay que reconocer los esfuerzos que se hacen desde el Estado para enfrentar esa situación mediante programas de becas y de construcción de escuelas técnicas comunitarias, estancias infantiles y otras modalidades de inclusión en la formación educativa.
Es justo añadir también la construcción de miles de aulas y la instauración del modelo de la llamada tanda extendida, que recibe a los estudiantes prácticamente el día completo con suministro de almuerzo y merienda sin costo para sus padres.
Es decir, el panorama para la juventud dominicana tiene sombras, luces y esperanzas.
Corresponde que desde el Estado se sigan fortaleciendo y ampliando estas acciones de inclusión de la adolescencia y la juventud para poder enfrentar y superar esas trabas de desigualdad e inequidad que ahora golpean a esa parte importante de la población dominicana. .
Fundamentalmente hay que insistir, luchar, invertir y trabajar en proyectos de educación, formación técnica, creación de empleos y asegurar la permanencia del núcleo familiar.
Y desde luego que la sociedad civil, los cabezas de hogar, asuman su rol con responsabilidad total.
Fuente: proceso.com.do
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