Resuelto el misterio de "vampiros" sepultados
domingo, noviembre 30
Cuerpos enterrados con cuchillos alrededor del cuello, piedras en la boca y demás objetos empleados para prevenir que se levantaran de sus tumbas, son comúnmente hallados en Polonia. Finalmente, arqueólogos podrían haber descifrado el misterio detrás de estos rituales contra “vampiros”.
Un equipo de investigadores, liderado por Lesley Gregoricka de la Universidad de Alabama del Sur, en Estados Unidos, revela que todas las personas sepultadas como “vampiros” eran locales y no extranjeros, como previamente se creía. El descubrimiento sugiere que pudieron haber sido las primeras víctimas de la epidemia de cólera que azotó la región. (¿Han encontrado la tumba de Drácula?)
Leyendas sobre vampiros han circulado en Europa del Este desde al menos el siglo XI. “En aquel entonces, las personas tenían un contacto muy cercano con la muerte e intentaban explicarla. Por ejemplo, los cadáveres en descomposición se hinchaban y, debido a la presión interna, a menudo sangre escurría por la boca, llevando a la gente a pensar que el cuerpo había revivido y se había empachado de comer tanta sangre”, explica Gregoricka.
En la antigua tradición, beber sangre no era el único requisito para ser vampiro. Quienes no estaban bautizados, habían sufrido una muerte violenta, muerto por suicidio o habían sido la primera persona en fallecer a causa de una epidemia, amenazaban con resucitar y atormentar a los vivos. (Hallan la tumba de un “vampiro”)
Gregoricka y sus colegas analizaron los restos óseos del cementerio de Drawsko, los cuales datan del sigo XVII y XVIII. Entre las 333 tumbas, 60 habían sido sepultados como vampiros. Tras examinar la proporción de isótopos de estroncio en los esqueletos, concluyeron que coincide con la del entorno, lo que significa que las personas eran locales. Puesto que no mostraban evidencia de muertes violentas, el equipo teoriza que fueron los primeros en morir a causa del cólera. (Mucho maíz te convierte en vampiro)
Los resultados han sido publicados en la revista científica PLOS ONE.
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