En una reunión realizada en la ciudad de Chicago en el año 2003 entre el entonces ex presidente dominicano Leonel Fernández y simpatizantes del partido, que llevó a este último a la presidencia, un amigo de Michigan le enrostró al ex mandatario que muchos funcionarios en el cuatrienio 1996-2000 se volvieron locos cuando se les dio la oportunidad de pegarse a la teta gubernamental. Fernández ganó las elecciones en el 2004 y se reeligió en el 2008
El mismo ex mandatario le dio la razón a nuestro conocido y dijo a los presentes que de ganar las elecciones del 2004, las cosas no iban a suceder como habían ocurrido.
, pero en vez de frenar los enajenamientos de sus funcionarios, 5 docenas de manicomios no serían suficientes para tratar a la cantidad de insanos funcionarios públicos que despilfarran y malversan los recursos del estado.
En la pasada campaña electoral donde se eligieron los congresistas y ediles nacionales, el presupuesto nacional fue derrochado a favor del partido oficial, tanto así que al momento de escribir este artículo, miles de empleados gubernamentales “no habían visto a Linda”, que es lo mismo decir: no han podido cobrar sus sueldos.
A muchos funcionarios del gobierno actual muchas personas los tildan de “cuervos” porque se comen hasta las plumas de las gallinas. El pueblo dominicano acostumbrado, en los veinte y dos años que duraron los gobiernos de Balaguer, a comer las boronas que dejaban los empleados públicos ó cotorras gubernamentales, han tenido que lidiar con un “comesolismo” histórico. Antes tanto desorden, el presidente Fernández ha optado por declararse ciego, sordo y mudo. Lo poquito de dinero que quedó en las arcas del Banco Central luego de las elecciones de mayo último, un grupo de “comesiempre” ha estado gastándolo a favor de que se viole la nueva Constitución de la República que prohíbe la reelección.
Las loqueras de los peledeístas en el poder, ha hecho que el ex presidente Hipólito Mejía se ponga la armadura para atajar a este grupo de depredadores cuya misión es “servir al partido para servirse y entrarse en el bolsillo todo lo que puedan”.
El presidente Mejía gobernó en la República Dominicana en el cuatrienio 2000-2004. Su forma de expresarse y tratar muchos asuntos de estado, es muy difícil de olvidar por el electorado dominicano, sin embargo, nadie lo acusa de cometer cosas indebidas a su favor. Ni mató ni robó. Se le pegó el “foul” que batearon algunos bancos al quebrar, pero tuvo el coraje de personalmente decírselo al país. La magnitud de esta crisis cuyo costo superaba el PBI de la nación, contagió como un efecto dominó a toda la banca nacional. El efecto de ese lío, que no fue de ropa, llevó a cotizar el dólar a 50 por uno en una ocasión para dejar la prima a 41 por uno en los finales de su gobierno.
La administración de Fernández ha recaudado 600 mil millones de pesos en impuestos y “cuchumil” millones más en préstamos, pero el dólar no baja de 36 por uno.
En el Nueva York chiquito que quiere crear Leonel, la seguridad del ciudadano no existe. El nivel de pobreza ha aumentado. La electricidad es un caos. Según un funcionario de la embajada norteamericana la economía dominicana se mantiene gracias al dinero del narcotráfico. Los niños muertos por el dengue superan las tres docenas (según el ministro de salud son dos) y lo que más duele es que a pesar de que el gobierno peledeísta ha hecho más de 500 nuevos millonarios, todavía existen escuelas sin techos y donde los estudiantes tienen que llevar sus propias sillas para poder sentarse. Si continuamos enumerando los problemas que tiene el gobierno actual en esa nación caribeña, llenaríamos todas las páginas de este periódico.
Toda esta falta de transparencia en los asuntos de estado ha hecho que Hipólito Mejía se arremangue los pantalones y pare el cangrejo nacional que solamente ha estado caminando para atrás en los últimos seis años.
A Hipólito se le ve como un hombre nuevo. Más prudente y medido, y lo más importante, es una persona con experiencia de estado.
Llegó Papá llegó para quedarse. Cero tolerancia a la corrupción y cero borrón y cuenta nueva es una de las cosas que nos han hecho creer que Mejía puede llegar a sentarse de nuevo en la silla presidencial. Creemos que el ex mandatario es el único que puede sacar del Palacio Nacional a los “comesolo”, “cometodo” y “comesiempre”.Para comentarios escribame a
issacjm@hotmail.com
f/elvocerous.com
¡Llegó Papá! a Grand Rapids
viernes, septiembre 3
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