Al son de canticos y oraciones los exorcistas rememoran la vez en que por orden de Dios, los hombres de guerra fueron dando vueltas a la ciudad de Jerico, una vez por día, durante seis días consecutivos. En medio de los soldados, los sacerdotes portaban el arca del pacto, precedida por siete sacerdotes tocando las bocinas. El séptimo día dieron siete veces la vuelta a la ciudad; al final de la séptima vuelta, mientras resonaba el toque prolongado de las bocinas, el ejército rompió en un fuerte clamor, las murallas se derrumbaron, y los israelitas penetraron en la ciudad.
Esta vez las iglesias Evangélicas Unidas buscan luchar y elevar una protesta contra la corrupción, el narcotráfico y los males sociales que afectan a la sociedad dominicana. La jornada de exorcismo se ha iniciado por el Congreso Nacional donde hoy mismo se busca escoger los nueves jueces de la Junta Central Electoral en sustitucion de los anteriores quienes fueran fuertemente acusados de ser participe de acciones fraudulentas en la pasada contienda electoral de medio termino, donde fueran escogidos los actuales legisladores.
La rememorada ciudad Jericó, era una ciudad muy fortificada, había sido proclamada anatema. A excepción de Rahab, que había dado refugio a los espías, y su familia, todos los demás habitantes fueron muertos. El oro, la plata, los objetos preciosos, entraron al tesoro de Jehová. Josué lanzó una maldición contra quien reconstruyera.
f/lanaciondominicana.com
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