Tal y como lo habían prometido durante la semana, los integrantes del grupo Aventura estuvieron casi tres horas la noche del sábado en una American Airlines Arena repleta de admiradores de diversas nacionalidades que los vitorearon de principio a fin, sin importar el ritmo que interpretaran.
Ya no se puede decir que Aventura sólo canta bachata, aunque, por supuesto, esa música original de República Dominicana que los lanzó al estrellato inicialmente predominó en su show. En la parada en Miami de su gira The Last incluyeron también salsa, merengue típico y hasta ritmos autóctonos de las islas del Caribe.
Sin embargo, no todo fue música para el grupo, que ya ha anunciado que se separará después de esta gira mundial. Su carismático líder, Romeo, y sus tres compañeros dedicaron una buena parte de la velada a hacer prolongados comentarios, a veces demasiado prolongados, de alto contenido sexual, incluso llegando a simular un acto sexual con una admiradora gordita supuestamente escogida de entre el público.
No cabe duda de que los humildes muchachos de raíces dominicanas, provenientes de barrios pobres de Nueva York, saben muy bien lo que esperan sus seguidores cuando suben a la tarima, y no escatiman esfuerzos para brindárselo con una impactante escenografía, apoyada por una pantalla gigante al fondo del escenario y otras dos más pequeñas a los costados para que nadie se perdiera ni un segundo del tercer concierto que ofrecen en la Arena en un año.
Y así fue que en su repertorio combinaron temas del CD que da título a la gira, el que les ha valido múltiples premios y nominaciones a los Grammy Latinos y al Grammy americano, como Por un segundo, Su veneno y El desprecio, con las composiciones tradicionales que no faltan en sus presentaciones, como Mi corazoncito, Un beso, Angelito, Hermanita, Obsesión y Princesita.
El público no sólo se mantuvo de pie de principio a fin, sino que coreó sus canciones más conocidas y algunos no resistieron la tentación de bailar sus supercadenciosos temas al más puro estilo dominicano.
Utilizando expresiones en español e inglés, lo que ha permitido al grupo conquistar a nuevas generaciones de hispanos nacidos o crecidos en el mundo bilingüe de Estados Unidos, no quedó duda de que Romeo, quien se cambió cuatro veces de ropa, es el amo y señor en el escenario; aunque tomó algunos descansos para dejar que se lucieran sus compañeros Henry y Lenny. Las actuaciones de estos dos integrantes de Aventura dejaron claro que si llegan a separarse, como amenazan sin fijar fecha, no tendrían problemas en seguir sendas carreras individuales, aunque no deberían olvidar lo que les pasó a otros conjuntos como los chilenos de La Ley, los colombianos de Bacilos o los boricuas de Son By Four, los que luego de alcanzar los primeros lugares de popularidad internacional se dividieron y casi todos quedaron sin trabajo.
Otro detalle que reflejó la internacionalización de Aventura es que ya no enfocan su espectáculo exclusivamente en los dominicanos, sino que ahora cuando quieren arengar a su fanaticada lo hacen refiriéndose a ellos como ``latinos'', incluyendo en ese concepto principalmente a los puertorriqueños, a los cubanos, colombianos y dominicanos, en ese orden.
Sin embargo, en las graderías salieron a relucir varias banderas dominicanas, recordando a Aventura que sus raíces vienen del país caribeño.
``Súbela'', le pidió Romeo a su compatriota anónima en medio del griterío ensordecedor de sus seguidores. •
POR: MANUEL EDUARDO SOTO
f/elnuevoherald.com
Aventura cumple con su público
martes, diciembre 22
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario