“ … Y Aquí está su MAYIMBE !!”.

viernes, octubre 16

Sergio Reyes II.
( A los pueblos de La Línea, que son la fragua en donde se forjó la estrella ).
Profundas raíces románticas, de aquellas que viajan en el subconsciente del individuo e influyen de manera subliminal en el proceso formativo y la consolidación de la personalidad, salen a flote a cada instante, en cada verso, en cada lamento a manera de quejido, en el rasgueo almibarado de las cuerdas de una guitarra y en la imponente e inimitable presencia de Domingo Antonio Santos Muñoz, mejor conocido como Antony Santos –Aguey, para sus amigos cercanos y familiares-, quien, sin lugar a dudas, hoy por hoy es el más fiel exponente del género musical de la Bachata, en la República Dominicana.

Ese que hoy día se desplaza por distantes escenarios, interpretando, con calidad y profesionalismo, un contagioso y melancólico ritmo ante el que todos se inclinan, agrega a su nombre un calificativo que nadie le ha regalado y nadie puede disputarle, porque se lo ha ganado a pulso.

El arte le ha llevado por una fulgurante y meteórica ruta musical en la que ha ido transitando desde los más bajos estratos sociales de su distante comunidad natal, en el noroeste dominicano, hasta escalar peldaños en lujosos escenarios de diferentes lugares en el país y el extranjero. Ha recibido de manera sostenida y entusiasta las muestras de cariño de parte de un público que le sigue en forma delirante y enfebrecida y, como es natural, el éxito le ha permitido disfrutar de los merecidos beneficios y comodidades derivados de la bonanza que su arduo trabajo y dedicación le ha granjeado.

Ciertamente que, para Anthony Santos, la vida ha constituído un aleccionador proceso en el que su arraigada formación humana y enseñanzas familiares se han mantenido presentes, señalándole la conducta a seguir en su vida artística, sin permitir que las engañosas alturas de la fama obnubilen su mente y le induzcan a olvidar la pureza y autenticidad de sus orígenes ni modificar su campechana forma de ser.


-II-
“ … Voy a ser grande”

Una modesta vivienda, que aún se mantiene en pie, de esas que tienen impreso el sello indeleble de la dura tierra y el candente sol, rodeada del típico conuco y la presencia en los alrededores de ariscos y traviesos chivos linieros, constituye la fiel estampa del escenario que acompañó los primeros años en la existencia del carismático artista.

Esos años de dura vida campesina, en el entorno rural de Las Matas de Santa Cruz (Monte Cristy), padeciendo las carencias naturales de la gente de clase humilde, cuyos hombres y mujeres, a falta de medios de vida, deben alquilarse en las fincas de la zona, ‘echando días’ como jornaleros, para obtener los menguados recursos que les permitan subsistir, y comiendo, a veces, al anochecer, luego de recibir el pago de la jornada, significaron para Antony una cruda realidad que hoy rememora con amarga tristeza.

Viejas baladas, presentes de manera ininterrumpida en las transmisiones de la radio de los 70’s, acompañaron los días de infancia del futuro artista y definieron, tempranamente, una afición por las letras y melodías de los temas románticos que exponen los casos comunes del amor y el desamor.

Fueron los años, también, del auge radiofónico de la ‘Canción de Amargue’, proyectada de manera principal gracias a la amplia difusión, en todo el territorio nacional, de Radio Guarachita, cuyo propietario Radhamés Aracena acogió y promovió a través de las ondas de su emisora a los principales exponentes del género en dicha época.

Entre la atención a las labores campesinas y una que otra escapada, los días de fiesta, a los ‘bares’, enramadas típicas y otros sitios tradicionales de diversión en su comarca, el jovencito empezó a esbozar una afinidad con la música y sus instrumentos y con la bachata en particular, cuyos principales exponentes abarrotaban el listado del menú de las velloneras en los lugares mencionados y en donde eventualmente ejercitaba la voz o hacia resonar los instrumentos, en grupos de amigos de su edad, con iguales afinidades y aspiraciones artísticas.

Siendo la Línea Noroeste la cuna por excelencia del Merengue, es lógico pensar que en sus inicios Antony mostrase alguna familiaridad con los instrumentos que forman la base rítmica de este genero y, en efecto, su ingreso en la agrupación formada por Luís Vargas, corriendo los 80’s, se produce en calidad de güirero.

Pero el destino le tenia reservados papeles más estelares al incipiente artista, quien haciendo de tripas corazón y casi en condiciones de autodidacta se hizo de una guitarra y contando con la desinteresada asesoría de Antonio Carrasco, un fraterno amigo residente en la zona, comenzó a pulsar sus cuerdas de manera empírica para arrancarles profundas y emocionadas notas que habrían de empezar a moldear su acervo musical y con las que poco a poco se habría de ir adueñando del corazón y las nostalgias de toda una generación de seguidores que deliran con cada una de sus Interpretaciones.

Las calles y centros de diversión de La Clavellina, La Gorra, Vaca Gorda, Baboso, El Rodeo, Chacuey, Palo Verde, Jaibón, Los Almácigos, Castañuelas, Villa Sinda, Guayubín, Dajabón y otros pueblos de la Línea fueron el ariete, el escenario, la fragua, en donde se forjó una estrella. Y el calor y la solidaridad de su gentes se constituyó en el espaldarazo necesario para mantener latentes los sueños de grandeza, que viajaban de incógnito en lo mas profundo de los sentimientos de la joven promesa musical, mientras practicaba con la guitarra, tocaba en fiestecitas de remotos poblados y soportaba toda clase de penurias y calamidades.

La disciplina en el aprendizaje, la férrea disposición para poner en practica un estilo y una línea melódica y escritural que se diferenciase del generalizado estilo morboso y peyorativo –basado en la exposición de temas denigrantes, que exaltan las más bajas pasiones del individuo-, junto al hecho del surgimiento de ciertas rencillas personales que lo distanciaron del líder de la orquesta, conducen a Anthony Santos a abandonar la agrupación de Luis Vargas y formar su propio grupo, junto a otros músicos que le acompañaron en la drástica y definitoria decisión.

Contra viento y marea, tocando puertas, buscando auspicio y apoyo técnico y económico, ‘El Bachatú'- como se hizo denominar inicialmente-, echó a andar su proyecto y pone en circulación un disco sencillo en formato de acetato con la canción “Esa Morena”; Mas adelante se concentra en la elaboración de un Cassette con 12 temas (La Chupadera, 1991), cuyo logro constituye un rosario de incontables esfuerzos, sacrificios y privaciones.

El impacto de aquella producción musical, recibida inicialmente en forma tímida en los medios de promoción artística, en poco tiempo habría de diseminarse como reguero de pólvora, gracias, fundamentalmente, a la amplia difusión en los sectores populares de un producto de bajo costo y fácil adquisición, como lo era el cassette.

Teniendo como eje central al pegajoso tema “Voy pa’llá”, que de inmediato caló en el gusto del publico –como ocurriría luego con el resto de las composiciones-, en pocas semanas la producción acaparo los niveles de preferencia y la presencia del artista y su agrupación comenzó a ser reclamada en eventos masivos, programas de farándula y variedades, además de presentaciones en centros de diversión y fiestas privadas, con lo que comenzaba a pisar los escalones en ruta ascendente hacia el éxito y el logro de sus aspiraciones de superación social y personal.

Siguiendo las pautas fijadas por el estelar vocalista Fernando Villalona, quien ha llenado de gloria el merengue dominicano con el sobrenombre de El Mayimbe, el proyecto de Antony Santos decide reasumir el término, con la modalidad “El Mayimbe de la Bachata”, en una osada medida que, en su momento, pudo estar revestida de cierto matiz pretencioso; No obstante, el paso de los años ha demostrado que el intérprete liniero ha dignificado el ampuloso calificativo, con sobrados meritos.

Desde entonces, en la Línea Noroeste, en la República Dominicana en su conjunto y dondequiera que palpiten los latidos del corazón de un buen hijo de esta tierra, hay que hablar de dos Mayimbes indiscutibles: el del merengue y la balada romántica (Fernando) y el de la bachata (Antony).

Uno tras otro fueron sucediéndose los éxitos musicales, mejorando la calidad expositiva de las letras y la finura musical de las diferentes producciones discográficas. Corrigiendo errores, superando obstáculos, evadiendo o ignorando disputas estériles, zancadillas y maledicencias, este inimitable exponente de la bachata dominicana ha logrado imponerse en un medio sumamente competitivo, en el que fulguran también otras muchas luminarias de gran valía en el género.

Para lograrlo, ha contado con el privilegio de su voz, a la que imprime un tono quejumbroso, cual estilo lastimero, con el que parece implorar –y mas que pedir, llorar- por el logro de un amor, la reconciliación con la amada ofendida, la resignación ante la perdida irresoluble del ser querido o el rompimiento de una relación amorosa, entre otros reiterados temas. Ello ha permitido que contando con su recia personalidad y sin necesidad de hacer gala de grandes dotes vocales, su melancólico acento se transforme y convierta las letras de sus interpretaciones en un contundente dardo que impacte el corazón de la persona a quien van dirigidas las estrofas, haciéndole caer rendida ante los efectos adictivos del amor y la desbordada pasión, a manera de un somnífero agridulce del que muy pocos pueden liberarse.

Contando con la representación discográfica y el soporte técnico en los estudios de grabación del sello Plátano Récords Corp., este fenómeno musical de la bachata ha producido una veintena de discos, varias recopilaciones y algunos DVD basados, principalmente, en grabaciones de las presentaciones en vivo, en grandes escenarios del país y el extranjero. Todo ello sin mencionar las producciones adicionales en presentación de cassettes, que se hicieron en los primeros años, así como la inconmensurable cantidad de producciones ‘piratas’ y grabaciones clandestinas obtenidas subrepticiamente por mercaderes de oficio que se lucran del esfuerzo ajeno, al abrigo de la impunidad.

-III-
Antología del Amor.

Un arco iris de éxitos adorna la producción musical de Antony Santos en sus mas de 20 años de historia artística, las que, en su gran mayoría surgen de la creatividad e inspiración del propio vocalista, basados en temas románticos y vivencias cotidianas. Una síntesis apretada, que, de antemano, reconocemos que puede estar influenciada por el gusto particular de este articulista, nos arroja la siguiente relación de los temas más destacados, según el año de grabación de cada disco:

1991 (La parcela, Voy pa’llá, La Passola); 1992 (Me enamoré, Ay mujer, Linda y Difícil, Antología de caricias); 1993 (Por mi timidez, Corazón Bonito, En donde estará?); 1994 (Corazón culpable, Déjame entrar, Me alejare, Por un chín de tu amor).

1995 ( Me voy a morir, Pena de amor, Quien te engaño?); 1996 (Consejo de Padre, Durmiendo solo, Quiero una noche contigo, Por qué tanto problema?); 1997 ( Como te voy a dejar?, Anoche soñé con ella, Por que no lo dijiste?, Cuando piensas volver?); 1998 (Te daré una roba’ita, Me voy mañana, Ya no me quieres querer, Me voy para otro lugar, El Quilín, Quililán).

1999 ( Enamorado, Esa me la doy yo, Pégame tu vicio, Ay querida ); 2001 ( Cuánto lamento, Me quiero morir, El balazo, Si volvieras); 2002 (Ay de mi, ay de ti, Dosis de amor, Tu pecho es mi hábitat, Brindo por tu cumpleaños, Yo sin ti); 2003 (La jaula de oro, Tu gato triste, Yolanda, Dámelo to’); 2004 (Ay, ay, ay, No seas así, Vuelve amor, A Dios le pido, Estaba escrito).

2005 (Lloro, Sigo al lado tuyo, Mi primera vez, Porque te amo, Recuerdo de una noche); 2006 ( Ay ven, Ven, amorcito ven, Hoy te vuelvo a enamorar, Te tuve y te perdí, Me van a matar por las mujeres, Dame tu amor); 2007 ( Vete y aléjate de mi, Viejo amor, No nos vamos a olvidar, Antes de irme); 2008 ( Muchos cambios hay en el mundo, Cuantos días más, Como tu mujer, Corazón duro, La gozadera).


- IV –
Renovación musical y proyección internacional

La constante renovación en los ritmos musicales, acorde a la tecnificación en los instrumentos ha llevado al bachatero liniero a disponer cambios significativos en la instrumentación, a ensayar mezclas de diversos ritmos musicales, a introducir modificaciones en la estructura de la orquesta y a integrar figuras en el coro y el ‘frente’ de la agrupación, lo que le inyecta un toque de frescura generacional y le aporta calidad visual y vocal a la misma.

En este tenor, además del impactante efecto logrado con el uso de la guitarra eléctrica –modalidad introducida por el pionero de la bachata Blas Durán, y que ha sido asimilada por la mayoría de las agrupaciones del genero-, se destaca el toque del bongó con dos palitos (en vez de su ejecución a la usanza tradicional, con ambas manos), el decisivo y determinante papel de los saxofones (‘Cachimbos’), cuyo ritmo resalta de manera inconfundible en la mayor parte de las producciones; a esto le sigue la relativamente reciente integración del piano y, eventualmente, el violín, para algunas producciones especiales.

De tal suerte, la agrupación exhibe en el presente una incuestionable calidad musical, lograda gracias a la contratación de diestros y calificados músicos. Desde hace varios años le acompaña en el ‘frente’ de la orquesta la figura de Susy Espinal, joven mujer dotada de una sensual voz de modulados tonos así como el chispeante Ambiorix Pimentel –Pitufo-, quien estuvo integrado a la agrupación desde sus inicios hasta hace unos meses, desempeñándose en los coros y la coreografía.

Con su entrega, dedicación y un hábil manejo de las expectativas del público que sigue día a día sus interpretaciones, Antony Santos ha logrado combinar un listado de éxitos en los que alterna merengue, bachata, vallenato, rancheras y, ocasionalmente, salsas.

En mayor medida ha logrado desterrar el lenguaje crudo y directo o de doble sentido, que caracterizó a la bachata en el pasado (y que también estuvo presente en algunas de sus interpretaciones), lo que ha abierto nuevos espacios al ritmo, imprimiéndole sentimientos nobles y una estructura literaria definida a sus interpretaciones. Para ello ha integrado arreglos novedosos y adaptaciones brillantes a composiciones de alto contenido argumental y poético, provenientes de otros ritmos, otros géneros y otros intérpretes. Además, ha logrado impactar con composiciones inéditas, elaboradas por plumas de alta calidad expresiva y hechas a la medida del tipo de sentimientos que este artista es capaz de proyectar (El Vicio, La Jaula de Oro, etc.)

En adición a ello, hay que resaltar la impactante producción puesta a circular a finales de 2008 en la que se dio a conocer un tema de origen cristiano que describe de manera magistral hechos y situaciones de reflexión espiritual, con el que muchos se ven representados y que de manera especial contribuyó a apaciguar la pesada atmósfera de opiniones adversas por la que atravesaba el artista en ese entonces a causa del explosivo comportamiento y desaforado manejo del lenguaje con que había venido manejándose en los últimos tiempos en sus presentaciones públicas, motivado, quizás, por un exceso de euforia a causa de las profundas, genuinas y expresivas muestras de aprecio que el publico le brinda en sus presentaciones multitudinarias y el estilo abierto, campechano y desenfadado con que el artista corresponde a dichas expresiones de cariño.

La canción 'Muchos cambios hay en el mundo' ( originalmente ‘Algo grande’) del cantautor de música cristiana, de origen italiano y radicado en estados Unidos, Stanislao Marino, fue acogida favorablemente por el público y, en cierto modo, el profundo significado espiritual contenido en sus letras, iluminó el alma del popular intérprete, aplacó sus exabruptos y le reconcilió con sus acervos críticos. Para bien de todos y de su futuro en el mundo del arte.

Contrario a lo que algunos podrían pensar, la bachata se ha constituido en los últimos años en un ritmo musical que ha concitado el interés y curiosidad de baladistas, inclinados hacia la línea romántica, ha echado por el suelo las barreras generacionales, logrando impactar por igual a grandes y chicos. Gran parte de ese mérito recae en el Mayimbe de la Bachata, cuya trayectoria artística ha influenciado géneros y corrientes musicales como el Regguetón, y ha servido de ejemplo y estimulado el surgimiento de grupos juveniles dedicados a cultivar la bachata, tanto en el país como en otros lugares del mundo, y de manera especial, las urbes en donde se concentran grandes núcleos de inmigrantes dominicanos e hispanos en general.

Entre estos destaca el Grupo Aventura, cuyo carisma y arraigo entre las multitudes juveniles de diferentes latitudes, ha descollado a niveles que hace una década nadie jamás soñó que el genero podría alcanzar y cuyos integrantes exhiben, de manera manifiesta, una profunda admiración hacia Anthony Santos, con quien les unen vínculos de aprecio, amistad y colaboración artística muy cercanos a una relación paternal.

Recientemente, el popular bachatero paso a formar parte del catalogo de la empresa discográfica Premium Latin Music, entidad de amplia trayectoria en el manejo y promoción de artistas de relieve. Con esta decisión, el Mayimbe imprime un nuevo giro a su carrera y se apresta hacia un lanzamiento apoteósico, con la mira puesta en darse a conocer y a querer en otros ámbitos, con nuevas grabaciones –la primera de las cuales saldrá al mercado antes de finalizar el año- y en la búsqueda de ensanchar el abanico de escenarios internacionales, en Centro y Sudamérica, el continente europeo y otros espacios que irán surgiendo sobre la marcha.


-V-

El ‘negrito consentido’ de La Clavellina

Antony Santos mantiene un armónico equilibrio entre los compromisos artísticos y su actividad personal y familiar. Desarrolla una vida doméstica tranquila y sosegada, en un ambiente de estrecha relación familiar, junto a su esposa e hijos y en permanente contacto, apoyo y colaboración con sus padres, hermanos y relacionados. Esta actitud es una mezcla de cierta dosis de timidez frente al frívolo ambiente del mundillo farandulero unido a niveles de desconfianza y prevención ante enfoques periodísticos amañados dirigidos por sectores interesados en dañar su imagen pública.

Cuenta con varias propiedades, negocios de diferente naturaleza e inversiones en Bienes Raíces, así como una emisora radiofónica de amplio alcance y aceptación en la región noroestana ( Rambo FM 98.7 ). Sus triunfos los comparte con su familia, compueblanos y relacionados y a ello se debe que su vivienda central, sus negocios e inversiones principales estén enclavados en la misma zona que le vio nacer, en donde esta su casita de infancia, de los tiempos de pobreza extrema y en donde mantiene un solidario apoyo a personas de la comunidad, que se benefician también de manera directa o indirecta con la evolución comercial derivada de los negocios en que ha sustentado sus inversiones.

Gracias a su disciplina de trabajo, la estrategia mercadológica con que se maneja, la identificación total con su público y contando con un formidable equipo orquestal, el Mayimbe de la Bachata ha podido cimentar y solidificar su popularidad, en el país y el extranjero, para gloria suya, de su familia y de la República Dominicana, que tiene en este descollante artista y ser humano a uno de sus mejores exponentes musicales y para satisfacción del inmenso ejercito de sus fieles seguidores que en algún momento de su existencia dejaron correr sus cuitas y aspiraciones y construyeron castillos de ilusión deletreando los dulzones versos de algunas de sus canciones.

Dicho en otras palabras y parafraseando al investigador musical norteamericano David Wayne, autor de “The History of Bachata” ( La Historia de la Bachata), Antony Santos fue (y es) el músico (y vocalista) correcto, en el lugar correcto y a la hora correcta, en el devenir de la historia musical dominicana y en el desarrollo y proyección del genero de la bachata.

Y esperamos que su estrella siga brillando por muchos años en el gusto y la aceptación de los amantes de la buena música, y de manera especial en el cariño y acogida de sus compueblanos Materos y demás comunidades de la Línea Noroeste.

sergioreyII@hotmail.com
10/13/2009; 9:00 p.m.; NYC

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