SANTO DOMINGO.- El dinero fácil es un atractivo que lleva a muchos jóvenes dominicanos a la comición de delitos.
"Con dos o tres líos que uno haga uno consigue con qué resolver por un tiempo", es unas de las opiniones ofrecidas por jóvenes de una barriada de la capital consultados por la antropóloga Tahira Vargas, para su obra "Jóvenes, Delincuencia y Drogas".
Donde la investigadora pone al descubierto toda la maraña que envuelve al mundo del tráfico y consumo de drogas ilegales y que se han expandido por toda la geografía nacional.
La investigadora tomó al sector de Guaricano, en esta capital, como muestra del comportamiento de la juventud no sólo de un sector del país sino de ese segmento de la colectividad nacional a nivel general.
Explica que " las actividades delictivas son para estos jóvenes una fuente de ingresos fácil y rápida, porque supone (en el caso de los robos y atracos), hechos ocasionales que se hacen en una ocasión y generan gran dantidad de dinero. Esta opción rápida y fácil, compite con las dificultades para obtener ingresos por la vía de empleos fijos y del sector informal.
Agrega que la creciente vulnerabilidad y precariedad del sector informal, ha convertido esta opción en una vía fácil e inestable para la obtención de ingresos para la población joven que tiene mayores expectativas de consumo que la población adulta, y necesidades asociadas a la recreación y a un mayor consumo que la población adulta.
En su obra Tahira Vargas narra el comportamiento de jóvenes ladrones especializados en atracos a patanas cargadas de comestibles y otros bienes.
La investigadora anota la confesión de unos de los jóvenes: "A uno le dicen mira aquí te tengo un negocio, hay una patana de arroz y te va a ganar unos billetes, y uno lo hace y se gana su billateje".
Como si se tratase de un trabajo honrado cualquier, habla el delincuente que hace del atraco su forma de vida, en tanto que hay otros, el más frecuente quizás, el que se dedica a la venta de drogas, uno de ellos dice a la escritora: “Yo no vendo drogas en un punto, yo consigo drogas y las revendo a gente que me la pide".
La antropóloga refiere que esa forma de venta de drogas es un tipo de actividad puntual de venta de drogas en ciertos momentos y no establece al joven como "vendedor de drogas".
Agrega que el establecimiento de puntos de drogas, aparece como una actividad que se ha ido incrementando en el barrio según los mismos jóvenes cuando asegura que: "Cada vez hay más puntos y son los menores lo que están poniendo puntos".
Explica el estudio que los distribuidores que se encargan de "surtir" los puntos de drogas son en su mayoría adultos y hay pocos que son menores de edad. Tienen puntos, le compran a los distribuidores quienes compran la droga fuera del barrio.
Lo que más preocupa a la sociedad dominicana es el desenfado como hablan los delincuentes de sus actividades un ejemplo: "Yo vine a hacer por primera vez un atraco porque mi novio tenía en la noche que ir a sacar los hierros de una empresa y me dijo que ya había hecho contacto y que los venderíamos a un hombre del barrio y fuimos, yo me asusté mucho la primera vez pero ya no me asusta".
Quien así habla es una supuesta novia de un delincuente quien también está involucrada en las actividades delictivas. Sólo lea estas líneas de una novia: "Mi novio me pidió que le guardara un paquetico, él me dijo que era polvo y que eso no era na, yo me puse nerviosa, y se lo guardé": "Ya no me pone nerviosa guardar la yerva, ni el perico, eso no è na".
Los jóvenes entrevistados por la licenciada Vargas establecen complicidad entre los traficantes de drogas y sectores de la Dirección Nacional de Control de Drogas y la Policía Nacional para legalizar puntos, lugares donde se venden las sustancias, por lo que se le cobran entre 10 y 20 mil pesos al mes.
Comenta un vendedor a la investigadora que: "Si uno se legaliza con la DNCD no joden a uno, no vienen a quitarle el punto, ni apresarte, se quedan tranquilos”.
Dice que el pago de la cuota a la policía, más los continuos cobros que hacen, se han convertido en factores, para buscar otras entradas que no sea sólo el punto de droga sino los atracos y robos para mantener el nivel de ingresos como éstos plantean.
Por Pedro Guzmán Badía
Afirman dinero fácil induce jóvenes dominicanos a cometer delitos
viernes, junio 19
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