Ancino de 94 años cumple su sueño de casarse por la iglesia

sábado, diciembre 4

Nueva York.- Para el dominicano Pedro Brea, de 94 años y su gran amor Ruth Robles, de 68, esta navidad será especial y diferente porque mañana harán realidad su sueño al casarse por el rito católico en Nueva York.El dominicano aseguró a Efe que su relación de 48 años con Ruth "es espiritual, por designio divino" y que comenzó a creer en Dios cuando la conoció.

"Yo le hago el desayuno todos los días", comentó con satisfacción.

Pedro y Ruth, que tienen cuatro hijos en común, se casaron por lo civil hace muchos años pero mañana desfilarán por primera vez hacia el altar de la iglesia Santa Elizabeth del Alto Manhattan, ella vestida de novia y él de esmoquin diseñado por el colombiano Edwing D'Angelo, para recibir la bendición por el ritual católico.

La pareja quiere compartir su matrimonio con el público, que puede acudir a la una de la tarde a la iglesia para ser testigo de esta historia de amor, considerada la mejor de un concurso del programa "Despierta América" de Univisión, que transmitirá el enlace posteriormente.

"Es la mujer con la que quiero estar hasta que me muera", dijo con firmeza Brea, un hombre que pese a su edad tienen una memoria asombrosa y es muy coqueto, aunque asegura que "siempre he sido así".

Brea sostuvo que conoció a su esposa "antes de que naciera" y ante la mirada interrogante de quien le escucha afirma que "llámenle intervención divina, o lo que sea" y acto seguido recordó que una noche, a los 13 años, salió en busca de un medicamento para su madre a una farmacia del pueblo de La Vega en República Dominicana.

De regreso a su casa se tropezó con una mujer que caminaba desnuda, quejándose, con la mano sobre su cabeza.

"Me asusté", dijo al recordar además que era de noche. "Cuando lo conté a mi madre me dijo que eran visiones", dijo el anciano, que ha sido periodista, locutor, dueño de un restaurante, candidato a la alcaldía de la capital dominicana y funcionario de gobierno en su país, bajo la dictadura de Leónidas Trujillo y la presidencia de Joaquín Balaguer.

Brea tuvo que exiliarse bajo la dictadura de Trujillo y el destino le llevó con su esposa y cuatro hijos a México, Nueva York y Puerto Rico, donde un día vio en la calle a una joven de unos 18 años, que resultó ser Ruth, cuyo rostro era familiar para él.

Tras pensarlo, se percató que "era la mujer que vi desnuda cuando era un niño".

"Me asusté, me puse nervioso, pero no le dije nada a ella. Le ofrecí trabajo de cajera, porque en ese momento iba a abrir una cafetería y quería conocerla", indicó Brea, que entonces tenía 40 años y admitió que se enamoró "perdidamente" de la joven, pese al rechazo de la familia.

Varios meses más tarde, la familia de Ruth la envió a Nueva York para separarles y hasta allí le siguió Brea, quien se ha casado siete veces, la última vez con la puertorriqueña, y que en total tiene doce hijos.

"Yo siempre he sido enamorado", pero, como hombre serio, como se define, se casó con todas, recordó el dominicano, quien, sin pensarlo dos veces y sin equipaje, viajó a Nueva York en busca de Ruth, con quien ya vivía en Puerto Rico, tras dejar a su esposa.

Brea no tenía la menor idea de dónde iba a encontrar a su gran amor, pero, una vez más, contó con la "intervención divina", según indicó.

"Me fui directo al 511 de la avenida Amsterdam (cerca de donde se casarán mañana) donde había dejado a uno de mis hijos cuando me exilié. Conté lo que me había pasado y en ese momento llegó un bailarín dominicano", dijo además el nonagenario.

Para su sorpresa, luego de que le contara también su tragedia, y pese a que el bailarín no conocía a Ruth, le aseguró que ella estaba en ese mismo edificio y le pidió que acudiera al apartamento al final del pasillo del mismo piso donde estaban.

Cuando lo hizo, Ruth fue quien abrió la puerta. "Yo le llamo a eso destino o un deseo de Dios ", indicó mientras que su esposa señaló a Efe que cuando lo vio, no lo podía creer.

"Por esas cosas del mundo, me encontró el mismo día que llegué a Nueva York, y en el mismo edificio. ¿Cómo? No lo sé. Cuando tocaron y vi por la mirilla no lo podía creer. Abrí y me dijo 'coge la maleta que nos vamos" y desde entonces han transcurrido 48 años, señaló Robles.

Indicó además que los 26 años de diferencia entre ellos nunca han sido un obstáculo para ser felices y que con la ceremonia de mañana, su esposo cumple un deseo.

"El me decía que antes de morir quería casarse por la iglesia", dijo y recordó que "siempre me ha dicho que me conocía" desde mucho antes de que nos viéramos por primera vez.

Por Agencia EFE

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