Condenan abogada dominicana por estafar clientes para jugar en casinos EEUU

f/lanaciondominicana.com

Nueva Jersey, USA.- Una abogada de origen dominicano pero residente en los Estados Unidos de Norteamerica fue detenida por haber estafado a varios clientes utilizando el dinero resultado de la estafa para poder suplir su compulsión por el juego en los casinos de las ciudades de Atlantic City y Las Vegas.

La profesional del derecho oriunda de República Dominicana, se declaró culpable de estafa ante un tribunal de la ciudad de Nueva York, el pasado lunes, aceptando haberse quedado con unos US$130,000 dolares de sus clientes que luego perdió jugando en los casinos de Atlanty City y Las Vegas.


La dominicana podría ser condenada de tres a nueve años de cárcel, sentencia que recibiría el mes próximo cuando se pronuncie el tribunal que lleva su caso.

Aridia Taveras demandó a los casinos de esta ciudades alegando que ella era una jugadora compulsiva y que ellos no hicieron nada para detenerla a pesar de conocer su problema, lo cual la llevó a perder cerca de un millón de dólares en las salas de juego.

"Es triste, pero esto es lo que ocurre con los jugadores compulsivos", comentó Arnie Wexler, ex titular del Consejo de Apostadores Compulsivos de Nueva Jersey que estuvo en contacto regular con la mujer antes que se declarase culpable. "Me resultó una persona muy gentil, pero el juego le hizo hacer cosas alocadas".

El fiscal del distrito de Queens, Richard Brown, dijo que Taveras "violó la confianza de sus clientes y defraudó a todo el sistema local, que confía en el comportamiento ético de los miembros de la asociación de abogados". Taveras fue inhabilitada para ejercer la abogacía.

Taveras permanece detenida hasta que se dicte sentencia el 27 de abril. Los mensajes y correos electrónicos que se enviaron a su teléfono celular y a su abogado no recibieron respuesta inmediata.

En septiembre del 2007, Taveras interpuso una demanda federal por 20 millones de dólares contra seis casinos de Atlantic City y uno en Las Vegas, por sostener que tenían el deber legal de notar su problema como jugadora compulsiva y no dejarla jugar. La demanda fue rechazada el año pasado, como también su apelación por no haber pagado los costos legales requeridos.