4 razones por las que la TV está abrazando la compra programática de forma “desesperada”

domingo, agosto 23

El imparable avance de la tecnología ha hecho que incluso los más rezagados o los que renegaban de la misma, se hayan acabado subiendo al carro. En 2015, internet ha alcanzado tal grado de penetración que conseguido incluso alcanzar a dos de los sectores que mayores reticencias han mostrado sobre el mismo: los servicios públicos y los bienes de lujo. Podemos añadir a esa lista a la televisión. Un oasis en el que la compra y venta de publicidad no ha cambiado mucho desde los años de Mad Men. Pero eso ahora está cambiando y en los últimos tiempos estamos escuchando hablar mucho de la TV programática. La TV ha comenzado a ser comprada y vendida de una forma dinámica mediante un proceso de licitación que llega a los usuarios en tiempo real, teóricamente, justo en el momento en el que el consumidor está más predispuesto a recibir esa publicidad. El inicio del interés por parte del mundo de la televisión en el universo de la compra programática, es un nuevo ejemplo de que esta funciona bien. Pero ¿por qué ahora? Estas son las cuatro razones recogidas por Advertising Week Social Club por las que la TV podría haber iniciado un romance con perspectivas de boda con la compra programática: 1. La televisión está perdiendo espectadores La TV puede estar lista para los millennials pero lo cierto es que estos desconectan. En 2011, 21,7 millones de adultos jóvenes veían la televisión según Nielsen. Cifra que, en enero de 2015, ha descendido hasta los 17,8 millones. La audiencia de la TV ha caído entre 2002 y 2013 casi el 50% y los responsables son los servicios que ofrecen contenidos en streaming y los smartphones. Datos que dan un vuelvo a las inamovibles afirmaciones de que la publicidad en TV continúa siendo la más eficaz. 2. Netflix se está “comiendo” la publicidad en TV Netflix cuenta en EEUU con más de 40 millones de suscriptores que han cambiado sus hábitos de consumo de TV. Estos ya no hacen zapping a través de los canales sino que hojean el catálogo de Netflix. Cuanto mayor es el auge de este servicio, mayor es el número de usuarios que comienzan a pensar que no les compensa la televisión tradicional. 3. Caída en la audiencia + aumento del precio de la publicidad La ley de la oferta y la demanda rige a la gran mayoría de las empresas pero no a la publicidad en televisión. En EEUU, durante la temporada de 1972-1973, antes de la llegada de la TV por Cable o de servicios como Netflix, la audiencia media era de 21,6 millones de hogares, Ahora esa cifra ha bajado hasta un máximo de siete u ocho millones de hogares a los que las cadenas pueden llegar. A pesar de la caída de la audiencia en TV lo cierto es que el precio de la publicidad continúa aumentando. Y esto, nos lleva al último punto. 4. El modelo de publicidad en TV es ineficaz Si quiere llegar a ocho millones de personas al mismo tiempo no es necesario que lo haga a través de la TV. Los anuncios en televisión se venden en base a datos sociodemográficos y no en función de los intereses de la audiencia por lo que la eficacia del mensaje se reduce notablemente. Fuente: marketing directo

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